viernes, 2 de febrero de 2007

Ricky Espinoza- Un Pibe de Gerli


Ricky Espinoza-Flema
Esa trilogía que habla de sexo, drogas y punk rock, Ricky la respiró como ningún otro punk latinoamericano. En su fértil carrera musical (debutó en el legendario vinilo Invasión 88 junto a bandas como Attaque 77, y Comando Suicida), siempre recalcó su intensa relación de rabia con la sociedad.
El chico de Gerli dominaba una prosa simple, contundente y por momentos con un destello de humor. No era sutil para escribir, desparramaba sus aturdidos pensamientos en el papel para después gritarlos con voz nasal en el escenario y al atravesar el tiempo sus letras pasaron de apuntar a la política, "No quiero ir a la guerra", policía, "Nunca seré policía", Cervezas, "El blanco cristal", y chicas "Las chicas de Gerli", y se fusionaron con situaciones referidas a su estado de ánimo, “Caigo en un pozo”, amores no correspondidos, “Te querré”, y apatía por la vida, “Siempre estoy dado vuelta”. El problema con la ley nunca era ajeno a Ricky y frecuentemente algunos shows de Flema empezaban más tarde o directamente se suspendían porque Ricky y/u otro integrantes de la banda estaban demorados en algún calabozo. Los recitales empezaban a las cuatro de la mañana con una banda que, milagrosamente, permanecía en pie y rasgaba alguna nota y con un Ricky borracho que apenas podía mandibulear.
Ricky, además de Flema, creó su banda paralela "Flemita”, con ella grabó dos CD, compilando temas propios y versiones de bandas amigas (Sin ley, Embajada Boliviana, entre otras), que siempre invitaba a tocar con Flema y hasta se animó a grabar un tema de Jagger y Richards en castellano, provocando la ira de los más radicalizados punk.
El líder de Flema no tenía ninguna dificultad en admitirse cocainómano y alcohólico. Jamás ocultó sus vicios y nunca se planteó responsablemente abandonarlo.De ningún modo reconocía que su público pertenecía a una clase "especial", en realidad eran anarcos, algún rollinga suelto y pibes y pibas dispuestos a pogear toda la noche y peregrinar tras la banda donde tocaran. No era su costumbre fijar los precios de las entradas caras porque "Yo soy público también y es difícil pagar una entrada sin tener laburo".Situaciones que para muchos serían actividades extremas o locuras de fin de semana, para Ricky eran normales todos los días, vivía al límite cada instante de su desalentadora vida. El final de “Richard gerliman”, tal su alias para producir ejecutivamente sus producciones, llegó un 30 de mayo de 2002 al arrojarse de un quinto piso, del departamento de un amigo, mientas jugaban con la playstation. Esta vez no falló, como la media docena de veces que intento suicidarse, y Ricky se mató.
Fuente Pablo Entre Rios
Bajar
http://www.badongo.com/file/2150239

2 comentarios:

anais dijo...

Hola!
Gracias por este material.
Le tneías ganas desde hace tiempo.

superchango dijo...

de nada!!!